Nests, es el resultado formal evolutivo de mi etapa anterior “pictorrelieves” y define todos los micro mundos que cada persona creamos a nuestro alrededor. Desde el útero materno buscamos nuestras zonas de confort: familia, pareja, trabajo, hábitos… Tan rutinarios, tan íntimos que sus debilidades y fortalezas nos resultan a menudo invisibles. Nests son conexiones entre personas, como una red de energía que se transmite a través del gesto como algo real que mueve el mundo y lo transforma. Es fascinante como un nido entra en conflicto en su propia definición como algo estable e inamovible, y a su vez en continuo movimiento, en continua construcción.

El color lo inunda todo como transmisor de esta energía. La obra, en su mayoría monócroma, ensalza el poder de las formas y el movimiento, centrándose en transmitir sentimientos reales a través de ellas a modo de gestos visuales.

Sus formas responden a su definición. Concéntrica redonda o en estratos aparentemente frágiles dulces y agresivos a su vez.

Representan la idea que tenemos en nuestros recuerdos, más que referentes reales. Es una conceptualización de los objetos en la obra, dejando de lado lo superficial y atendiendo a las formas como expresión de una idea mental que queremos transmitir. Así algunas obras parecen defenderse del propio espectador, otras lo envuelven, lo acunan, lo aceptan, o simplemente se dejan observar ajenas a todo exterior.

Nido de pájaro, enjambre, hierba, ramas, conexiones neuronales, olas entrelazadas, flor hueca… Es el cerebro del espectador el que está construyendo a base de conocimiento y recuerdos de experiencias propias.

Año 2018.